El caso de éxito de la estrategia de relacionamiento realizada por una empresa de repuestos automotrices para talleres mecánicos, a través de un programa de fidelización por internet.
A menudo, las ideas más improbables terminan teniendo éxito. Cuando hablamos de relaciones con los clientes, parece que no existe una fórmula mágica, aplicable en todos los casos. Como se trata de la relación entre las personas, por supuesto, siempre hay emoción involucrada.
Encontré este video en el portal Mundo do Marketing. Un caso contado por el director general de Accentiv’Mimética, Sérgio Marcondes. Los desafíos existen para ser superados, y en este caso, eso fue lo que lograron.
Lo que más me llamó la atención fue el canal utilizado para el programa de relaciones: internet. ¿Por qué me pareció interesante? Por el público objetivo al que estaba enfocado el programa y su éxito. El punto es que, a pesar de tener números que muestran un gran crecimiento en el número de personas con acceso a internet, muchas empresas desistirían de la estrategia antes de intentarlo, debido al paradigma que existe.
Una gran lección de Accentiv’Mimética, que es la agencia que integra las soluciones de marketing relacional de Edenred (antes Accor Services, del Grupo Accor). Decidieron atreverse e implementar la estrategia, fijándose una meta de 7.000 registros para un año. Pero de hecho, el resultado fue mucho mayor: más de 24.000 registros de mecánicos en 4 meses.
El vídeo dejaba que desear en un solo aspecto: faltaba el nombre de la empresa, cliente de Accentiv’Mimética. Después de todo, el responsable de la idea fue el fabricante de piezas de automóviles. Hubo un trabajo conjunto entre cliente y agencia.
La concienciación de los mecánicos, que no recibieron ningún tipo de atención en este sentido, despertó el interés colectivo por el programa que se elaboró, convirtiéndolo en un éxito. Mi conclusión es que: la gente va a prestar atención a lo que le interesa, que le hable directamente, que le dirija la atención. Basta con que se creen estas estrategias.