Descripción: Como se discutió, los flujos de efectivo pueden ser positivos o negativos. Se calcula restando el saldo de caja al comienzo de un período, también conocido como saldo de apertura, del saldo de caja al final del período (puede ser un mes, un trimestre o un año) o el saldo de cierre.
Si la diferencia es positiva, significa que tiene más efectivo al final de un período determinado. Si la diferencia es negativa, significa que tiene menos efectivo al final de un período determinado en comparación con el saldo inicial al comienzo de un período.
Para analizar de dónde viene y de dónde sale el efectivo, se preparan estados de flujo de efectivo. Tiene tres categorías principales: flujo de efectivo operativo que incluye transacciones diarias, flujo de efectivo de inversión que incluye transacciones que se realizan con fines de expansión y flujo de efectivo de financiamiento que incluye transacciones relacionadas con la cantidad de dividendos pagados a los accionistas.
Sin embargo, el nivel de flujo de efectivo no es una métrica ideal para analizar una empresa al momento de tomar una decisión de inversión. El balance de una empresa, así como los estados de resultados, deben estudiarse cuidadosamente para llegar a una conclusión.
El nivel de efectivo puede estar aumentando para una empresa porque podría haber vendido algunos de sus activos, pero eso no significa que la liquidez esté mejorando. Si la empresa ha vendido algunos de sus activos para pagar la deuda, esto es una señal negativa y debe investigarse más a fondo para obtener más aclaraciones.
Si la empresa no está reinvirtiendo efectivo, esto también es una señal negativa porque en ese caso no está aprovechando la oportunidad para diversificarse o construir negocios para la expansión.