El proceso de planificación se centrará inicialmente en la importancia de establecer claramente las fases del proceso de gestión, planificación estratégica, planificación operacional, programación, ejecución y control, sus procesos y objetivos internos, respondiendo a la pregunta del ¿cómo se va a hacer?, es decir, en este proceso se lleva a cabo una proyección de lo que se debe hacer para alcanzar los objetivos organizacionales.
La planificación es un proceso continuo y sistemático de planificación para el futuro, organizando las actividades necesarias para llevar a cabo los planes y monitoreando los resultados de los mismos.
Este proceso tiene que ser continuo porque permitirá a cualquier organización tener una visión de hacia dónde se dirige, cómo se está dirigiendo y qué hacer si hay algún cambio de planes en el camino y qué estrategia se debe tomar.
A través de la planificación organizativa, la empresa hará un mejor uso de su capital y así podrá alcanzar los resultados que desea.
La empresa en su conjunto está organizada y funciona a partir de una planificación. De la misma manera, una empresa también necesita ser gobernada desde esa perspectiva, cuando esto no ocurre, no tiene metas y objetivos definidos y por lo tanto termina perdiendo el enfoque, la productividad y no se alcanzas las metas planteadas.
En este sentido, es esencial que la empresa desarrolle una Planificación Organizacional efectiva. Para que esto ocurra, debe conocer bien su negocio y su mercado, tener una misión, visión y valores bien definidos, además de tener metas y objetivos congruentes. Con esta información en la mano, la organización hará un mejor uso de su capital y así podrá lograr los resultados que desea.
Beneficios de la planificación
La Planificación, cuando se desarrolla e implementa de manera correcta, trae beneficios a la organización, como:
- Establece metas y objetivos coherentes con la realidad de la empresa.
- Utiliza los recursos de la manera correcta.
- Reduce los costos operativos.
- Identifica los factores internos y externos que impactan en la organización.
- Definir las responsabilidades de cada empleado.
- Desarrolla la comunicación entre departamentos.
- Promueve la velocidad en los procesos.
- Aumenta el enfoque, la motivación y el compromiso de los profesionales.
- Genera flexibilidad en la ejecución de las acciones.
- Destaca las oportunidades y los riesgos.
- Estipula los plazos de entrega.
- Genera una optimización del tiempo.
- Reduce las discrepancias en la estructura de la empresa.
- Maximiza los beneficios de la organización.