La rapidez con la que se producen las distintas situaciones dentro de una empresa hace que tengamos que incurrir numerosas veces en la toma decisiones a lo largo del día, algunas más simples o un poco más complejas. Pero la verdad es que, independientemente del grado de dificultad de una decisión, el hecho es que siempre traerá consigo consecuencias, positivas o negativas.
Sucede que incluso ante estas dos posibilidades, nosotros, los empresarios, los emprendedores y los gerentes en su conjunto, no podemos eludir esta responsabilidad, ya que las decisiones que tomamos son de extrema importancia para quienes dependen de nosotros en el ámbito empresarial.
De ahí también la gran importancia de la toma de decisiones en las organizaciones, ya que son las que hacen que nuestras empresas se desplacen y permanezcan en constante movimiento en el mercado en el que operamos. Por lo tanto, el primer paso para entender cuán importante es una decisión y comenzar a tomarla sin grandes sufrimientos, es entender que nos traerán grandes lecciones, para que seamos cada vez más experimentados en este proceso.
Los tipos de toma de decisiones
Para entender más y mejor el proceso de toma de decisiones en una empresa, así como su importancia en este contexto, les invito a conocer los tipos de decisiones que existen y cómo se producen.
Intuitivo
Creo que es uno de los tipos más comunes, tanto dentro como fuera del contexto organizativo. Una decisión de esta naturaleza es básicamente la que tomamos considerando sólo los signos que nos da nuestra intuición, es decir, es un sentimiento interno que tenemos, que favorece un determinado punto sobre otro, sin tener en cuenta aspectos lógicos y racionales para elegir algo.
En este sentido, es importante destacar que este tipo de decisión no siempre es el mejor recurso que se puede utilizar, especialmente en el contexto empresarial. Digo esto porque, como veremos más adelante, es necesario contar con una serie de factores y análisis más consistentes, para poder tomar una decisión asertiva que beneficie a todos los involucrados en los procesos de una empresa.
Racional
La decisión racional es aquella que va precisamente en la dirección opuesta a la decisión intuitiva, y es el tipo de decisión que la mayoría de la gente quiere aplicar en su vida diaria. Esto se debe a que hace que el individuo tome en consideración los aspectos lógicos de los hechos, de modo que tiene subsidios más sólidos para decidir o no por algo.
Para ello, hace una lista con todas las opciones disponibles, analizando cada una de ellas, para poder tomar una decisión más consciente y segura a lo largo de su día dentro de la empresa.
Basado en los valores
Este es un tipo de decisión que puede confundirse fácilmente con la decisión intuitiva, sin embargo, hay puntos que los distinguen. En el caso de éste, el individuo tiende a tomar en consideración los valores que ha formado a lo largo de su vida para decidir o no por algo.
Lo que sucede es que todos nosotros tenemos un bagaje, que contiene experiencias, vivencias, nuestra formación, entre varios otros factores, que contribuyen fuertemente a formar los valores que llevamos, ya sean personales o profesionales.
De esta manera, estos mismos valores pueden estar guiando el momento en que nos vemos ante una elección dentro de la empresa.
Colaboración
En muchas ocasiones este es el tipo de decisión ideal que debería ponerse en práctica más a menudo en el entorno de la organización. Como su nombre indica, es el proceso de toma de decisiones que se lleva a cabo junto con otras personas.
En el contexto empresarial, el gerente celebra reuniones y se apoya en la ayuda, la opinión y las sugerencias de sus empleados para decidir qué dirección tomar en los procesos de organización.
Este es un tipo de decisión muy ventajoso, porque en lugar de elegir algo de forma aislada, el individuo tiene la posibilidad de contar con diferentes puntos de vista, lo que traerá diferentes alternativas para resolver el mismo asunto. Además, la decisión de colaboración muestra a los empresarios, líderes y gerentes que el proceso de elección no tiene por qué ser solitario, ya que puede compartirse y generar resultados positivos para todos los implicados.
Especializada
Cuando la intuición falla y la racionalidad y la colaboración no pueden encontrar alternativas eficientes y ni siquiera contribuyen a tomar decisiones conscientes, asertivas y seguras, es el momento de contar con ayuda especializada para facilitar este proceso dentro de la organización.
Frente a situaciones como las mencionadas anteriormente, que dificultan más que facilitan el proceso de toma de decisiones, es necesario contar con la ayuda de profesionales especializados, para que sea posible hacer una buena elección que beneficie a todos en el ámbito laboral.
Son personas verdaderamente preparadas que, con su experiencia, aportan información y datos más concretos sobre el mercado y nuestro negocio en su conjunto, de modo que de esta manera podemos encontrar soluciones eficientes que darán los resultados que realmente esperamos para aprovechar el rendimiento de la empresa en el segmento en el que opera.
Así que, en muchos momentos, este es el tipo de decisión más sensata que un líder, empresario, gerente o emprendedor puede tomar para su negocio en general.
Cómo facilitar este proceso
Con el fin de facilitar un poco este camino a los responsables de la toma constante de decisiones dentro de una empresa, compartiré aquí algunos consejos que aplico en mi día a día y que considero fundamentales para que este proceso sea más asertivo y optimizado. Sigue leyendo y compruébalo:
Intenta ver el escenario como un observador
Por lo general, cuando la decisión depende de nosotros, nos involucramos mucho con la situación y dejamos pasar los hechos, que si sólo fuéramos observadores, no los dejaríamos. Así que cada vez que tienes la necesidad de tomar una decisión importante en tu empresa, te proyectas como un observador.
Esto le ayudará a obtener información y opiniones, que la implicación directa con la situación le impide tener. Trate de poner en práctica este ejercicio, ya que facilitará su proceso de toma de decisiones.
Evitar la impulsividad
Es importante que entienda que ninguna decisión necesita o debe ser tomada de la noche a la mañana. Por lo tanto, no hay impulsividad en este momento. El consejo es que reflexiones bien, analices los hechos primero, y luego tomes una decisión que sea beneficiosa para la mayor cantidad de gente posible.
Cuando se decide impulsivamente, sin analizar el contexto en su conjunto, se pierde la oportunidad de tomar una decisión asertiva, lo que puede perjudicar más que ayudar en el futuro.
Poner los puntos positivos y negativos en el papel
Cuando necesitamos tomar una decisión importante, la tendencia es dejar que la emoción hable más fuerte y ser ciego a los hechos reales que la rodean. Para que esto no suceda, lo ideal es que pongamos en una pizarra o en un pedazo de papel los pros y los contras de una cierta decisión.
Así, tendremos una visión más amplia de las implicaciones de cada una de ellas y podremos decidir de una manera más asertiva, segura y racional.