El keynesianismo, o escuela keynesiana, es una doctrina político-económica que defiende al estado como agente activo contra la recesión y el alto desempleo.
Las ideas del keynesianismo surgieron con el economista John Maynard Keynes, principalmente a partir de la publicación de su libro “The General Theory of Employment, Interest and Currency” en 1936.
Al exigir un gobierno más grande como responsable de la toma de decisiones en la economía de un país, el keynesianismo generó una oposición al liberalismo, una idea que defiende un estado lo más pequeño posible.
Cómo funciona la teoría keynesiana
Antes de que surgiera la teoría keynesiana, se discutía mucho sobre qué hacer durante una recesión.
A principios del siglo XX, el pensamiento dominante seguía siendo el de la economía clásica, en la que la economía tenía que recuperarse por sí sola en períodos de crisis, lo que se conoce como el principio del “Laissez-faire”.
Durante ese mismo período, el economista británico John Keynes trató de entender por qué los trabajadores del país perdieron sus empleos durante una crisis, aunque aceptaran recibir menos a cambio de conservarlos.
Con la caída de la Bolsa de Nueva York en 1929, el mundo entero entra en una grave crisis, donde Keynes es uno de los primeros economistas en darse cuenta de que el libre mercado no podía resolver ese problema.
En general, los precios de los productos y servicios caen con la crisis, pero los salarios no, lo que aumenta el desempleo. La solución, para Keynes, sería expandir la economía de nuevo a través de nuevos gastos gubernamentales, lo que permitiría la creación de puestos de trabajo.
Con ello, el Estado desempeñaría un papel activo, llegando al llamado pleno empleo, un escenario en el que sólo existe un cierto grado de desempleo natural y fuera del estado de crisis.
Las ideas de la teoría keynesiana surgieron al mismo tiempo que el gobierno de los Estados Unidos llevaba a cabo el plan del New Deal, aumentando el gasto público para la recuperación después de la crisis de 1929.
Modelo keynesiano
A partir de su teoría, Keynes formuló su modelo que explicaría cómo un aumento del gasto público reduciría los riesgos de recesión.
Para ello, es necesario observar cómo se mide una economía a través del PIB, que si está en equilibrio, la Oferta Agregada (Y) es igual a la Demanda Agregada (PA), o Gasto Agregado, donde:
Y = C + I + G + (X – Q)
Siendo los componentes de la demanda agregada (PA):
C – consumo de la población;
I – Demanda de créditos de inversión;
G – Gastos del gobierno;
X – Exportaciones;
P – Importaciones.
El principio de una crisis se produce cuando la oferta de productos y servicios en la economía es superior a la demanda, es decir, cuando Y es superior a PA en la fórmula anterior. Cuando esto sucede, las empresas logran vender menos y acumular acciones.
Según el modelo de Keynes, el gobierno debe aumentar sus gastos, en la fórmula “G”, siendo un agente activo en la economía, mientras que los otros están en reducción.
A partir de entonces, Keynes trató de explicar el efecto multiplicador, diciendo que con los gastos adicionales del gobierno, habría la creación de nuevos puestos de trabajo y otras empresas con inversión en torno a estos proyectos gubernamentales. Esto generaría nuevamente un aumento de la demanda agregada.
Esta teoría ha revolucionado la forma de pensar dentro de la economía de manera agregada, con la llamada Macroeconomía.
Diferencias entre el keynesianismo y el liberalismo
Una de las características del keynesianismo era la intervención del Estado en la economía, lo que finalmente creó una oposición a los economistas liberales.
Las ideas de Keynes y sus seguidores avanzaron principalmente después de la Segunda Guerra Mundial, cuando varios países comenzaron a adoptar sistemas políticos con más intervención, creación de empresas estatales y empleos públicos, en un intento de no sufrir las consecuencias de la siguiente gran crisis.
Sin embargo, con el retorno de las grandes crisis de los años 70 y 80, el keynesianismo comenzó a ser muy cuestionado, creando una apertura para el liberalismo.
El neoliberalismo y el monetarismo
Con el resurgimiento de las ideas liberales, países como Estados Unidos, el Reino Unido y Chile comenzaron a privatizar sus empresas estatales y a reducir el empleo público, en una dinámica que se conoció como neoliberalismo.
Una de las mayores críticas al keynesianismo se refería al aumento de la deuda pública de los países debido a la financiación de sus obras con dinero de los impuestos.
Además de la deuda pública, la intervención del gobierno en un intento por reducir el desempleo hace que los precios suban, es decir, que haya un aumento de la inflación y una reducción del poder adquisitivo de los trabajadores.
Desde escenarios de desempleo y precios altos, hasta la estanflación, algunos países han abandonado las políticas keynesianas para centrarse en el control de la moneda, conocido como monetarismo.
Aún así, hasta hoy las ideas keynesianas están activas y tienen un gran protagonismo por el desarrollo que ha proporcionado a los estudios de la Economía.