El neoliberalismo es una corriente de pensamiento, una forma de ver y juzgar el mundo social, y puede considerarse una redefinición del liberalismo clásico, un movimiento que surgió en Europa después de la Revolución Francesa, en 1789, defendiendo conceptos de libertad, de autonomía individual.
El término neoliberalismo apareció por primera vez en la conferencia “Coloquio Walter Lippman”, en 1938, en París, por el economista y sociólogo alemán Alexander Rustow, refiriéndose a una redefinición del liberalismo clásico.
Inglaterra, bajo Margaret Thatcher, la “dama de hierro”, fue el primer gobierno democrático que utilizó los principios del neoliberalismo, aprobando leyes en el parlamento que revocaron los privilegios sindicales y privatizando el estado, logrando también estabilizar la moneda, la libra esterlina.
Un concepto que se utilizó en diferentes épocas, con significados prácticamente similares, el Neoliberalismo, hasta los años 60, fue una doctrina difundida por economistas europeos y americanos, dirigida a una adaptación de los principios de la idea original, el liberalismo, a las exigencias del Estado, del regulador y del asistencialismo. Friedrich A. era un defensor de esta idea. Hayeck y Milton Friedman.
A partir de los años 60, comenzó a defender la total libertad de mercado, con restricciones a la intervención del Estado en la economía, sólo en los sectores esenciales para el Estado. Según los economistas, este método garantizaba el desarrollo económico de un país y su consiguiente crecimiento económico y social.
Esta es la definición actual del término, aunque los economistas rechazan la etiqueta de neoliberalismo, considerando que sigue siendo el liberal proveniente del neoliberalismo, lo que nos deja la impresión de que es una denominación más elaborada del viejo liberalismo que una redefinición del liberalismo clásico.
Las ideas neoclásicas del liberalismo se convirtieron, a partir del decenio de 1970, en un conjunto de medidas políticas establecidas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, la divergencia aún persiste: para los liberales existe una connotación peyorativa del término neoliberalismo, siendo criticado por los economistas que se consideran liberales contemporáneos.
Además de privar al gobierno de la intervención en el mercado económico, los neoliberales también defienden la privatización de las empresas estatales, la libre circulación de capitales internacionales en el mundo creada por la globalización, la apertura de las economías de los países para la implantación de empresas multinacionales, el establecimiento de medidas contra el proteccionismo económico, la reducción de impuestos y la creación de medidas para fomentar la productividad.
En esta línea de pensamiento sostienen que la economía mundial sólo puede mejorar si hay una caída de los precios y los salarios.
El neoliberalismo y la globalización
La ola de globalización que golpeó al mundo después de la Segunda Guerra Mundial fue la mecha para la aplicación de los conceptos del neoliberalismo. La globalización y el neoliberalismo están estrechamente vinculados, ya que el consumismo requiere la búsqueda de nuevos mercados y el aumento de la producción. Este aumento de la producción, dentro de la globalización, también requiere que se desplieguen nuevas tecnologías, creando un círculo vicioso.
El consumismo implantado por la globalización de la economía hace posible que los servicios, productos y capitales fluyan por todos los países, y esto es el pensamiento neoliberal. Así, el neoliberalismo crea una libertad económica orientada al mercado. El Estado, por lo tanto, sólo intervendrá para evitar los desequilibrios financieros, interviniendo en las negociaciones que son esenciales para el buen funcionamiento de la economía.