La vulnerabilidad social es un concepto sociológico que designa a los grupos sociales y los lugares de una sociedad que están marginados, aquellos que están excluidos de los beneficios y derechos que todos deberían tener dentro de un mundo civilizado. La vulnerabilidad social se refiere entonces a la condición en la que se encuentran las clases más pobres y menos favorecidas de la sociedad.
La malnutrición, la falta de saneamiento, la vivienda inadecuada y el desempleo son, por ejemplo, indicios de que una persona o un grupo social se encuentra en una situación de vulnerabilidad social.
Así pues, una persona en situación de vulnerabilidad social es un paria, alguien que está, como su nombre indica, en una situación de vulnerabilidad, expuesto a los más diversos problemas sociales por falta de recursos y asistencia. Los individuos en esta situación están socialmente desagregados y viven en una situación frágil y precaria.
A menudo se confunden los conceptos de vulnerabilidad social y riesgo social. Sin embargo, aunque ambos conceptos están estrechamente vinculados a la existencia de la pobreza en el mundo, son conceptos diferentes ya que sólo hay vulnerabilidad cuando existe algún riesgo.
Causas de la vulnerabilidad social
Podemos relacionar la vulnerabilidad social con un proceso de exclusión histórica que discrimina y debilita a las personas y grupos como resultado de las crisis económicas, los bajos niveles de educación, las condiciones geográficas, los desastres, las guerras, el descuido, la falta de compromiso de las autoridades responsables, entre otros.
Así pues, la vulnerabilidad social es un síntoma del impacto negativo que una cierta configuración estructural con sus instituciones públicas y privadas ha tenido sobre las comunidades y los individuos que las componen.
Las crisis económicas, sumadas a la precariedad de los organismos del Estado para atender a las poblaciones más necesitadas, así como la falta de empleos y los bajos salarios, crean una zona de riesgo que desencadena una vulnerabilidad social que se ha perpetuado de generación en generación sin que se hayan adoptado medidas eficaces para resolver estos problemas.
Los expertos han visto en la educación la gran esperanza de resolver las cuestiones relativas a la vulnerabilidad social, sin embargo, el panorama ha sido tal que la condición misma de las personas que se encuentran en un cuadro de vulnerabilidad se ha convertido en el gran obstáculo para que los beneficios de la educación encuentren a quienes más lo necesitan y para revertir esta triste situación.